¿EL BARRANCO? Me tomo un cafecito en una panadería de El Hatillo haciendo tiempo para que horneen el pan de jamón. Por suerte me toca en la cola un buen amigo que ejerció un ministerio en 2001 al comienzo del gobierno de Chávez. Por supuesto que tras los abrazos y el envío de saludos a las respectivas familias nos hacemos a un lado para conversar sobre la actualidad. “La situación es crítica” fue su primera sentencia. Indago más y no suelta prenda. La misma frase se la oigo unas tres o cuatro veces más mientras conversamos frente a un familiar suyo que lleva una chemise roja con su cocodrilito al pecho. Me aclara, por si acaso, que ya no está participando en política ni siquiera en el PSUV. Sigo escuchándolo y me señala que con la caída del precio del petróleo estaremos a punto de caernos por el barranco apenas comience 2015. Añade que el petróleo es hoy lo único barato en la economía global. Lo que pasó en la OPEP estaba cantado desde hace meses y por eso no entendía la actitud del gobierno de Maduro. Me doy cuenta que sigue chavista “light” pero nunca madurista. Es crítico de la inacción para tomar medidas pero revira cuando le digo que este gobierno acabó con todo lo que se producía en el país. “Aquí no se producía nada. Todo se compraba afuera con dólares del petróleo. Leí ayer un discurso del audaz empresario que fue Alejandro Hernández quien fundó la Asociación Pro-Venezuela” con las consignas “compre venezolano” y “no importa donde se nace, sino dónde se lucha”. Allí, en los años 60 denunciaba que se siguiera importando todo y promovía la producción nacional, atacaba el contrabando y el uso de los dólares para importar todo. Lo de ahora no es nuevo me reitera. Menciono algunos renglones hoy pauperizados por políticas erradas. Insiste que no hay quien tome las medidas correctivas necesarias ni en el gobierno ni en la oposición. Su pariente nos interrumpe para decirnos “¿Quién le va a decir a los campesinos que dejaron todo y se vinieron a las ciudades que regresen al campo a sembrar porque no hay dólares para seguir importando?”. Hablamos de las ominosas colas que por horas se están haciendo no para comprar ropa o electrodomésticos sino comida. Los tres coincidimos en que después de las fiestas decembrinas y con el barranco frente a nosotros cualquier medida que se tome o no se tome terminará afectándonos a todos. Nunca en tiempo de fiestas ha pasado nada. Cuando las vacas flacas comiencen a estirar las patas es que debemos estar preparados. read more

