Por Antonio María Delgado – Miami Herald
Sabiéndose débil ante la mayor amenaza que el chavismo enfrenta en una década, Nicolás Maduro les ha dado carta blanca a los guardianes de la “revolución bolivariana” para que aplasten con violencia las multitudinarias manifestaciones en su contra. Pero la represión solo está reforzando la imagen de un régimen totalitario, lo que a su vez alimenta las protestas y acentúa el riesgo de una intervención militar, dijeron analistas.
Y es que el heredero de Hugo Chávez ya no puede garantizar la estabilidad para los militares, que ante el creciente descontento popular en las calles y las denuncias internacionales de violaciones a los derechos humanos podrían optar por considerar la posibilidad de un futuro sin Maduro.
“Cada vez es más obvio que el tiempo de Maduro está contado. Va a costar mucho sostenerlo, porque ya no garantiza estabilidad en el país, ni gobernabilidad”, comentó Antonio De la Cruz, director ejecutivo de la firma de asesores Inter American Trends.
“Ya Maduro no es parte de la solución entre los chavistas que quieren seguir operando desde el poder. Y ya los actores comenzaron a buscar en qué otro lado podría estar la solución”, agregó el analista desde Washington.
Esa percepción no es bien recibida por un segmento de las Fuerzas Armadas que aún respalda a Maduro y que lo considera el legítimo mandatario del país.
Pero ese sector, que es minoritario, es contrarrestado por otros dos sectores que han llegado a la conclusión de que está por llegar, o incluso ya llegó, la hora de un cambio en el país, dijo una fuente que mantiene una relación sostenida con la oficialidad venezolana. read more