El carguero tenía como destino Sirte, en la costa Libia, una de las bases fundamentales de los yihadistas que fue conquistada en mayo pasado.
Juan E. Pflüger
La Unidad Especial de Incursión de la Guardia Costera griega abordó el pasado uno de septiembre un carguero con bandera de Bolivia que transportaba 5.000 fusiles que pretendían entregar a los islamistas en la ciudad libia de Sirte.
La vigilancia costera de Grecia sospechó del buque, que había partido de Turquía y tenía como destino Misrata (Libia), cuando desde el control marítimo de Gran Bretaña se informó de que al llegar a la altura de Creta, había realizado un cambio de rumbo y había girado hacia Sirte.
En ese momento, los servicios de guardacostas griegos abordaron el carguero que fue llevado al puerto de Iraklion, en la isla de Creta. Allí permanece retenido al igual que su tripulación que se encuentra compuesta por marineros sirios, egipcios e indios.
La ofensiva que ISIS ha mantenido en los últimos meses en la zona costera de Libia le ha llevado a tomar como una de sus bases principales la ciudad costera de Sirte, donde, como publicó Gaceta.es, se incorporaron la pasada semana 200 guerrilleros del grupo terrorista islámico nigeriano Boko Haram. Desde esta ciudad se centran los esfuerzos de los islamistas para conquistar una de las ciudades que han fijado como objetivo principal: Misrata.
Ésta última está considerada como básica para el control total del país ya que los expertos en geoestrategia la sitúan como el paso previo para la conquista de Trípoli.
