Elogio de los tiempos…

Por Rafael Muci-Mendoza

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Ya no podré tener a mi vera algún alumno que con su cuidado me dé la última despedida, la última lágrima agradecida…

Eran aquellos mareados y ya sepias tiempos… Vivíamos libres y a plenitud como el río que corre en pendiente, incansable, incesante, erosionando las piedras en su curso convirtiendo sus excrecencias en lajas que hablaban del efecto pisa pasito y paciente de los años, de vivencias alegres y amargas y de la resistencia con la que soportamos sus embates, quizá heredada de antiguos nautas fenicios de mi sangre, de recio espíritu que a vela desplegada y decididos, viajaban triunfales en medio de mares procelosos llevando el ábaco, el abecedario y la letra de cambio, el cedro libanés, espejos de metal, telas, estatuillas, peines, joyas de oro y plata, armas de bronce, objetos de cristal…; es el correr del tiempo aprovechado que templa el espíritu para la lucha, dejando en sus meandros improntas que como pátina de color amaranto, expresan  la denuncias en canicie, en arrugas y en el peso de tanta mundología para compartir. Eran aquellos tiempos en que en suerte de rebaño gritón inundábamos pasillos de mi hospital, todos jojotos, todos asustados ante el reto pero felices, aprendiendo a trompicones a abrazar con el corazón su historia…, la historia de viejos maestros devenidos en los que habían heredado sus saberes para depositarlos en nosotros, ¡Ah!, sin mucho convencimiento de que asiríamos sus maneras, las haríamos nuestras, las transformaríamos y las pasaríamos a otro clan vocinglero para que continuara la tradición ancestral. Eran tiempos de admiración por el maestro, de respeto por el mayor, de deslumbramiento por el conocimiento adquirido en largas e insomnes madrugadas comprendiendo e introyectando cómo se teje la trama que enferma al unísono el espíritu y el cuerpo, harinas de un mismo costal. Eran tiempos en que pasados terribles exámenes de rigor asíamos incrédulos y bajo las Nubes de Calder el terco pergamino, orgullo del esfuerzo realizado, apenas el inicio de un largo camino; éramos respetados médicos cirujanos venezolanos, ¡no cabía otra designación!, muchos colegas venidos de otras latitudes se fundieron a nuestras costumbres, porque Venezuela no había sido para ellos una conquista, era, efectivamente, el regazo de una buena madre supletoria, teta nutricia pletórica de bondad que no discriminaba ni echaba de lado… read more

Las medidas silentes

Por ELIDES J. ROJAS L.

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Meses de espera. Rafael Ramírez medio asoma algo, pero nunca concreta. Maduro también, especialmente los días en que tiene su programa, comienza a colocar tuits en los que anuncia que en horas dará información muy importante. Y nada. Jesse Chacón adelanta un plan de ajuste de tarifas eléctricas que se supone es parte de un programa de racionalización mucho mayor, pero aparece inconexo y suelto. Lo mismo ocurre con otros líderes. Dicen, pero no dicen.

Así se llega a este agosto del año 2014 en medio de una bárbara crisis económica, apenas tapada por un abanico de informaciones que le dan sombra a la verdadera sustancia del problema. Por ejemplo, justo ahora, hay un gran debate sobre la utilización de la tarjeta de racionamiento electrónico que según el gobierno no es racionamiento, pero que sí impedirá compras que sean consideradas “exorbitantes”. Se especula que el carácter de exorbitante lo otorgará el tamaño de la bolsa donde vayan los rollos de papel tualet, aunque no se descarta que un funcionario en cada caja registradora sea el encargado de establecer científicamente cuando la compra de algún súbdito supere el extraño concepto de excesiva compra biométrica. Ya veremos en todas las cajas de abastos y supermercados, bodegas y taguaras, los batallones expertos en calificación de compra exorbitante desplegando su ojo invicto en defensa de los más sagrados intereses de la golpeada revolución. Porque más allá de biometrías, tarjetas, captahuellas y bandas magnéticas la verdad es que el desabastecimiento y la escasez que le viene pegada está magullando demasiado los escalones de popularidad de los próceres del proceso y eso, de cara a las elecciones que es lo único que importa, no está nada bien. read more