A pintar palomas biométricas

Por Andrés Correa Guatarasma

pintasela
NO, NO SE trata de la libreta de Castro para racionar la escasez. Nooooo, qué va… ¡Es que la gente habla por hablar y critica por criticar!

Se trata simplemente de darle la estocada final a esa guerra económica en la que no cesa la incansable minoría apátrida (la verdad que para ser escuálida, esa “minoría” ha resultado bastante fuerte), en conchupancia con el imperialismo.

¿Y cómo no creerles, si ellos llevan 15 años y medio diciendo la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad? Incapaces… de un mal pensamiento o una revirada de ojos siquiera. Tan honestos, buenos y correctos todos que esta semana pusieron sus cambures a la orden… (¿de quién? No  sabemos, pero a la orden los pusieron).

Es que las colas en los supermercados no son culpa del nerviosismo por escasez, ni del ausentismo laboral promovido por decretos y misiones, y mucho menos de la destrucción de la empresa privada, ni de los guisos de Cadivi y Pudreval, y el contrabando de la GN a Cúcuta. No. Son culpa de la minoría escuálida y por eso ahora sí el cucuteño (¡vaya ironía!) lo va arreglar todo como suelen ellos hacerlo: vía maquinitas y listas Tascón. ¿Acaso no hemos visto cómo el uso de las captahuellas ha agilizado las “elecciones” ? Lo que está a pepa e’ mingo, no necesita lentes.

Son necesarias, no quepa duda. Cosa de que si mañana se le ocurre, ni lo quiera Dios, jugar para los dos bandos o tan siquiera pedir un pasaporte, se imprimirá el informe que chismeará al mundo que usted es una puerca cochina porque no ha comprado desodorante Aquamarine, Listerine ni toallas sanitarias en dos meses.

Y usted replicará que no los compró porque no encontró ninguno de esos productos, pero ya será demasiado tarde… su reputación estará sellada, en sacrificio de la patria (tal como hizo la comadre Delcy al sacar en enero la lista de la gente de la oposición que había osado vacacionar en el exterior en Navidad. Bien hecho. ¡Hábrase visto mayor pecado!).

Y así, poco a poco, se establecerán las nuevas castas objetivamente y sin discriminación azarosa: la maquinita decidirá quién ha sido un buen hijo de la patria en los anaqueles y quién por el contrario ha intentado mancillar el legado de Guaicaipuro y Bolívar, vía harina pan, margarina, galletas oreo, jabón azul y crema de dientes. Imaginemos nada más el escarmiento cuando la cajera patriota Yucreisy te diga: “mi amor, mi reina, eso no te lo puedes llevar… o sea, helloooo”.

Ahora, el problema a resolver es la avalancha de turistas proyectada por el ¿ministro?… esos miles de visitantes extranjeros sin cédula, ¿cómo podrán comprar en los supermercados? Ay, Dios, ¡qué pena con esa gente!  Ellos que vienen en masa a visitar la tierra cheverita y aquí los apátridas saboteando y obligando a tomar esas medidas tan feas y chocantes.

También muchos adultos que no tienen niños empezarán a “alquilar” sus huellas para comprar leche, compotas y pañales para otros. Léase: promoción de la pequeña empresa dactilar. O sea, positivo.

Otro lado bueno es que su bisabuelo, muerto hace 40 años, podrá resucitar en las maquinitas biométricas, como ya lo hizo en las del CNE. ¡Imagínese la alegría cuando sepa que, como el caudillo barinés, su patriarca también “vive” y consume gracias a otro(s), sin necesidad de haber donado sus órganos! In-des-crip-ti-ble. A eso no hay quién le gane.

Otra ventaja la aplauden los más jóvenes y las cachifas explotadas por los escuálidos, pues se quitarán el calamar de las madres y abuelas de “cómprame esto o aquello cuando vengas…”. No, no, ahora todo el mundo a dejar la flojera y hacer sus propias compras, incluidos lisiados, discapacitados, enfermos, preñadas, celebridades y ancianos. No faltaba más, ¡en sucialismo todos somos iguales!

Así que bienvenidas las maquinitas… ¡Su eficiencia será de locura kiloestupimétrica! Y los chismes que contarán volarán libres, cual palomas defendiendo la soberanía alimentaria por toda Venezuela.

Qué no quede huella, perdón duda…

DESDE EL MARTES 19 de agosto, Vonage retiró a Venezuela de la lista de naciones a las cuales sus suscriptores pueden realizar llamadas ilimitadas a números fijos desde Estados Unidos y Canadá.

Ello en respuesta a que “Conatel, ente regulador de telecomunicaciones de Venezuela, aumentó recientemente el costo para completar las llamadas a números fijos de ese país tanto como siete veces”, precisó Jennifer Holzapfel, vocera de la telefónica con sede en New Jersey, EEUU.

“Estamos decepcionados por esta decisión, ya que nos obligó a eliminar las llamadas ilimitadas a teléfonos fijos de Venezuela desde Estados Unidos y Canadá, y a aumentar las tarifas por minuto para llamar a ese país”, tanto líneas convencionales como celulares, agregó.

Adicionalmente, la página web de la empresa indica que aquellos usuarios que quieran eliminar su plan de llamadas internacionales ilimitadas a raíz de este cambio, podrán hacerlo sin penalidad.