Ella es Patricia Sarmiento. La acusan de cinco delitos y la mandaron a la cárcel de Coro. No pudo despedirse de sus chamos. No es estudiante no milita en algún partido. Ella y su esposo tienen un negocio cerca de la Católica. La agarró la guardia y la metieron en uno de sus camiones. El honorable juez, militante comprobado del chavismo, la acusó de concierto para delinquir. Los chamos dicen que su crimen fue que les daba agua cuando estaban en plena manifestación.