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El mundo de hoy es cada vez más pequeño. Aquel viejo refrán de que la vida es un pañuelo fue una realidad el pasado sábado 2 de agosto en el aeropuerto internacional de Tenerife en las Islas Canarias. La hegemonía comunicacional tan pregonada por el régimen venezolano fue sobrepasada por una de esas casualidades noticiosas.
La llegada de un avión ejecutivo venezolano propiedad de la petrolera estatal PDVSA a ese aeródromo habría pasado desapercibida si no fuera por los ímpetus de mando del ministro de relaciones exteriores de Venezuela, Elias Jaua Milano, quien al desembarcar junto a su esposa Natacha (Interventora jefe de la cementera Cemex cuando el gobierno de Hugo Chávez la expropió para convertirla en una basura mas de las empresas confiscadas por los rojos) y sus dos menores hijas además de los seis guardaespaldas que lo protegían en el periplo de apoyo a Palestina quiso “ordenar” al chofer de una furgoneta para solo seis pasajeros que metiera, a juro, al grupo de diez personas.
El conductor, cubano para más señas, se negó alegando que las leyes de tránsito y de turismo de la isla se lo prohibían.
Jaua venía de Caracas y aprovechó esa primera parada en África para tomarse un “descansito” ante tan ajetreado periplo en el que llevaba de paseo vacacional a su prole en el viaje oficial para apoyar a Hamas en su lucha contra Israel como parte del despliegue propagandístico a través de los medios controlados por los chavistas y en las cadenas y mensajes obligatorios para todos los medios radioeléctricos venezolanos.
Sin pasar por ninguna de las vicisitudes que hoy tienen que enfrentar sus conciudadanos como son la falta de vuelos, pasajes y dólares de Cadivi, además de la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad, el otrora “encapuchado quema buses de la UCV” se da un gusto de perfecto “Boliburgués”.
La historia en la prensa canaria
El Diario El Confidencial Digital de Tenerife publicó la información sobre la llegada del canciller venezolano Elías Jaua Milano a descansar al menos un día en Tenerife en medio de su viaje a Egipto llevando el apoyo del gobierno de Nicolás Maduro al pueblo palestino y ofreciendo traer a Venezuela a varios niños palestinos que quedaron huérfanos en la zona de Gaza.