Acreedores aprietan, la banca y organismos internacionales exigen disminución del gasto público
MARTA COLOMINA | EL UNIVERSAL
Un Maduro desesperado porque cada semana las encuestas revelan una nueva caída del apoyo popular, anunció al país que “va a cambiarlo todo, a revisarlo todo para servir al pueblo”, con el propósito de aplacar las protestas que ya no son solo estudiantiles, sino de empleados públicos, beneficiarios de las misiones y militantes del PSUV, a las que se une todo el país por la escasez inhumana de alimentos, medicinas y otros; por la falta de agua y electricidad; el colapso de la salud y por una criminalidad desatada que coloca a Venezuela como el segundo país más violento del mundo, según la ONU.
Los cambios por la inviabilidad del modelo que ha llevado al país a la ruina han sido sugeridos por organismos como el FMI, el BM y la banca internacional, a los que silenciosamente ha acudido el Gobierno, ahogado por los problemas cada vez más estallantes. La alta concentración de deuda de la nación y de Pdvsa en el último trimestre exigirá pagos por unos $7 mil millones. Maduro ha venido corriendo la arruga porque el Paquetazo que se verá obligado a aplicar triturará su menguante apoyo popular. Pero los muchos acreedores aprietan y la banca y organismos internacionales exigen disminución del gasto público, aumento de la gasolina, despidos masivos, reforma fiscal, unificación cambiaria (es decir, otra devaluación, peor que las anteriores). Hasta en Aporrea escriben que “lo que viene es feo”. read more