Por Charito Rojas
Diciembre abre con titulares espantosos: El petróleo venezolano cae a su nivel más bajo en años, 67,53 $; la OPEP negó propuesta venezolana de reducir la producción; Ramírez después de esta paliza en Viena salió corriendo a negociar más préstamos en China; Cencoex confesó que medicinas no fueron prioridad en la asignación de dólares en esta época decembrina, pues eran más importantes los productos navideños; empresas del sector farmacia y equipos médicos dieron vacaciones colectivas adelantadas porque no tienen materia prima; los estudiantes venezolanos en el exterior se organizan para exigir que les reanuden la asignación de dólares para honrar las deudas contraídas y evitar la indigencia; clínicas dicen que sus inventarios alcanzan solo para las emergencias en navidad, todas las operaciones y consultas fueron canceladas para el 2015;los comerciantes alertan sobre la sequía de inventarios, mientras que el “dakazo II” arrasa con los restos de dignidad de algunos; no hay pasajes porque el gobierno aún debe $ 3.500 millones a las líneas aéreas; no hay carros ni repuestos porque el sector no recibe divisas; no hay producción en las industrias básicas de Guayana por la misma razón; todos los productos agrícolas que proveían Agroisleña desparecieron porque Agropatria no tiene dólares para importarlas. Hasta los puertos están en crisis: los barcos no descargan hasta que el producto sea cancelado. En dólares por supuesto.
Mientras esto sucede y los ciudadanos que no están enchufados peregrinan buscando alimentos y medicinas, repuestos y lo que sea porque todo está escaso o desaparecido, el gobierno monta un rumboso festival musical, que al decir de Jorge Rodríguez, el alcalde siquiátrico, costó 14 millones de dólares, pero otras cuentas ubican la cifra en 26,6 millones de dólares. Un insulto, por ejemplo, para los estudiantes venezolanos en el exterior, quienes con 2 millones de dólares cancelarían deudas y concluirían sus estudios superiores. read more