ALTO
¿KPMG Y PDVSA?:
La imputación que el 12 de noviembre de 2015 se llevó a cabo en una fiscalía neoyorquina contra los venezolanos Efraín Eduardo Campo y Franqui Francisco Flores De Freitas y cuya audiencia ante el juez Preet Bahara, o el magistrado designado James L. Cott, será el próximo miércoles 2 de diciembre, tiene todas las probabilidades de aumentar el escándalo al que tanto el gobierno como los medios rojos han tratado de ponerle sordina. La investigación que llevan a cabo desde el día en que fueron trasladados a Nueva York estaría apuntando a todas las relaciones familiares, de negocios o de compromisos “non sanctos” de los sobrinos presidenciales. En la mira la petrolera estatal PDVSA dada la posición de otro primo de la familia Carlos Erick Malpica Flores al frente de la tesorería de la empresa.
Ya aquí en una columna pasada comentamos las presiones que Malpica venía ejerciendo contra la empresa auditora KPMG amenazándola de quitarle el contrato si no le entregaban todas las cuentas, cheques, decisiones y recibos de la administración anterior de PDVSA correspondiente al ejercicio de Rafael Ramírez Carreño. Esta vez las alarmas se prendieron en la sede global de los auditores ante un desliz (¿intencionado?) de los investigadores neoyorquinos que tratan de buscar relaciones en cuentas cruzadas de la petrolera con alguno de los presos en Manhattan. El motivo habría sido, supuestamente, facilitar dinero para movilizar el contrabando ilícito a los Estados Unidos, país además donde PDVSA y el gobierno de Venezuela tienen su filial estadounidense Citgo. KPMG que ha venido de pasar serios inconvenientes al haber sido la auditora de tres firmas o empresas cuestionadas en sus balances como han sido la FIFA, Petrobras y el Banco Espirito Santo no querría verse envuelta en otro escándalo global. Su contrato con la petrolera criolla es hasta 2017…
¿SIN AUDITORES?: read more