Por Nelson Bocaranda / Runrunes
¿Qué es lo peor que le puede pasar a un circo? Eso: que ya sus atracciones no sean tales, que se afeite la barbuda, se escapen los leones y le crezcan los liliputienses. Este año parece que el Mandatario no pegó una. Se le agitaron algunos de los “duros” rojos, aquellos del originario grupo Garibaldi; hizo aguas la política económica, y hasta el buen vecino Brasil, amigos de otras copas, le reviró. “Yo no olvido al año viejo”, es una canción que cantará este diciembre. Pero por otras razones…se alzaron los rojos.
Se le alzaron los rojos

Con la salida de Jorge Giordani del ministerio de Planificación se soltaron los demonios internos del chavismo. El 18 de junio, inmediatamente después de dejar el Gabinete, este personaje que acompañó a Hugo Chávez desde antes de su llegada al poder hasta el final de sus días, divulgó una carta en la que dejaba al descubierto las limitaciones del heredero del “comandante” para conducir al país.
El documento, titulado “Testimonio y responsabilidad ante la historia”, mostró sin inhibiciones las grandes deficiencias que presentaba el Gobierno en materia de economía al intentar mantener un ritmo de gasto superior al de los ingresos que se recibía. Denunció prácticas irregulares y dejó claro su desacuerdo.
Una de las frases más contundentes fue: “Resulta doloroso y alarmante ver una Presidencia que no transmite liderazgo, y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los planteamientos como los formulaba el comandante Chávez, y en el otorgamiento de recursos masivos a todos quienes los solicitaban sin un programa fiscal encuadrado en una planificación socialista que le dé consistencia a las actividades solicitantes”. read more







