Esta es la valla publicitaria colocada en la inauguración del “CDI Barrio El Pastor” ubicado en el estado Zulia.
Por Henrique Capriles Radonski

Cuando los corruptos se desesperan y saben que se les empiezan a ver todas las costuras, buscan cómo distraer, engañar y evadir sus responsabilidades. Tenemos quince años viéndolo: Nicolás y su combo de enchufados forman parte de esa vieja y tramposa manera de hacer política en la cual nadie asume sus responsabilidades y se inventan culpables, saboteadores y bombas de humo.
Pero si hay un grupo de personas al cual los enchufados no van a poder engañar nunca más es a las madres venezolanas. Lo digo porque afortunadamente siempre he gobernado cerca de ellas, oyéndolas y atendiendo sus necesidades. Las madres venezolanas no paran y echan para adelante, pero no porque las condiciones del país se lo permitan, sino porque su empeño por sacar adelante a los suyos y su fuerza para hacerle frente a todos los obstáculos que la realidad y resolver son casi infinitos.
En un encuentro reciente con las Madres Cuidadoras, en los Valles del Tuy, pudimos conversar sobre eso. ¡Están tan claras que, como líderes, hablar con ellas nos fortalece y nos hace saber que vamos por el camino correcto! Pero es indignante saber que el gobierno nacional tuvo la oportunidad de brindarle calidad de vida a cada familia necesitada y no lo hizo, distrayéndose en discusiones absurdas y dándole palazos al viento para justificar un modelo que ya está más que agotado.
¿Hasta cuándo creían que les iba a durar esa estrategia de politiquería barata de echarle la culpa al otro? Ya el 14 de abril se dieron cuenta de que la mentira ha quedado al descubierto y han tenido que utilizar todas las estrategias habidas y por haber para distraernos de esa lucha. Pero ha sido imposible: lo que han hecho es sumar una causa con otra y otra más, hasta quedar entrampados en las consecuencias de su manera de gobernar. read more
AFP/Fotgrafía Evaristo Sá
El 25 % de los encuestados consideró que el gobierno es pésimo.
La popularidad de la presidenta brasileña Dilma Rousseff cayó de 57% a 30% desde la primera semana de junio, impactada por masivas protestas callejeras en demanda de mejoras sociales y contra la corrupción, según una encuesta de la empresa Datafolha publicada este sábado.
Por otra parte, la cantidad de encuestados que califican el gobierno de Rousseff como “malo o pésimo” aumentó de 9% a 25% desde el último sondeo del 6 y 7 de junio. En marzo, la presidenta exhibía una popularidad de 65%. En junio, Rousseff perdió más de 20 puntos de popularidad en todas las regiones del país (sureste, sur, noreste y norte-centro oeste), según el sondeo.
Las protestas estallaron hace más de dos semanas a raíz del alza en las tarifas del transporte público, pero luego derivaron en un masivo reclamo en demanda de mejores servicios y más inversiones públicas en salud y educación.
Los cientos de miles de manifestantes que han salido a las calles de numerosas ciudades brasileñas también han cargado contra la corrupción de la clase política y los millonarios gastos públicos en la organización de la Copa Confederaciones de la FIFA, que se juega hasta este domingo, y el Mundial-2014.
Durante una jornada de protesta la semana pasada, más de un millón de brasileños salió a la calle. En varias ocasiones, las manifestaciones terminaron en enfrentamientos con la policía. Brasil tendrá elecciones presidenciales en octubre de 2014. La encuesta de Datafolha se aplicó a 4.717 personas en 196 municipios de este país, que tiene 194 millones de habitantes. El sondeo tiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.