El 26 de julio vence el plazo para que las clínicas se registren en la Superintendencia Nacional de Costos y Precios y se materialice la Providencia 294 referente a la regulación de las tarifas de los servicios de los centros privados de salud.
CARMEN SOFÍA ALFONZO A/ El Nacional
Aunque faltan pocos días para que culmine el plazo, la Sundecop todavía no ha dado a conocer su posición sobre los comunicados que ha enviado la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales explicando la inviabilidad de la medida. Cristino García, director ejecutivo del gremio, confía en que el organismo entendió la inaplicabilidad.
García alertó sobre la posibilidad, si se concreta la regulación que anunció el Gobierno el pasado 27 de junio, de que algunas clínicas dejen de operar: “Lo que sí es inminente es el cierre de servicios y áreas médicas entre tres y seis meses, lo que desmejorará la calidad de la atención. Primero serán los servicios y después áreas médicas completas; aquellas cuyos precios no cubren el material de trabajo ni el personal que se requiere para su prestación. Sin embargo, nuestra prioridad son los pacientes, por lo necesario para seguir ofreciéndoles la misma calidad de servicio. Pero debemos decir que es muy difícil con esas tarifas”.
—¿La clasificación de clínicas que hizo la Alianza Interinstitucional de Salud el año pasado no sirve para aplicar la Providencia 294?
—No, porque no está basada en un elemento reconocido internacionalmente. En Venezuela el único modelo de clasificación es la norma de Conevin de 1987. Aunque ha sufrido modificaciones sigue muy desactualizada. Por ejemplo, ese año no existían tomógrafos, resonadores ni ecosonógrafos.
—¿En función de qué criterios la AIS hizo la clasificación? read more







