La pregunta que lanzó Diosdado Cabello esta semana ante seguidores del oficialismo tiene una respuesta sencilla: En Venezuela gobierna el hampa. Algo que saben ellos desde hace mucho tiempo, pero que a pesar de anunciar más de una treintena de planes contra la inseguridad y juramentar un montón de ministros de Interior y Justicia, la situación no ha variado o en todo caso lo ha hecho, pero para peor. La guerra silenciosa que vive el país no parece importarle a nadie, solo a las víctimas, que en silencio sufren el dolor de perder a un ser querido. Nadie pide justicia, porque nadie cree en las instituciones, todo se lo dejan a Dios, esperando que la justicia divina pueda lograr lo que los hombres no han podido.
La vida de todos los venezolanos debería tener igual valor, los esfuerzos que se hacen para salvar una vida, deberían orientarse de igual forma para el resguardo de la integridad de los de 29 millones de venezolanos. Todos merecemos vivir en paz, tranquilidad, sabiendo que al salir de nuestras casas en las mañanas vamos a regresar sanos y salvos en la noche. Que jamás nos volvamos a despedir de nuestras familias pensando que cualquier cosa nos puede pasar y estamos frente al último abrazo. Que la calle deje de ser hostil y no sigamos en esta lucha donde sobrevive el más fuerte. read more