Por Gerardo Reyes y Casto Ocando
Una tienda de productos electrónicos de última generación en el exclusivo centro comercial de Bal Harbour, Miami Beach, se da el gusto de vender teléfonos celulares con incrustaciones de diamante y una edición especial numerada de Mini-Ipads de oro macizo por $45,000 cada uno. Foto: Alejandro Andrade, de guarda espalda a Magnate.
En Futuretronics también son populares los celulares de edición especial Blackberry diseñados especialmente por la firma Porsche, que se venden hasta por $4,500 la unidad.
Buena parte del éxito de estas ventas se lo debe la tienda a la afluencia de “boliburgueses”, un grupo de funcionarios y empresarios venezolanos que han amasado grandes fortunas haciendo negocios a la sombra del gobierno revolucionario socialista de su país.
“A esa gente le gusta comprar muchas cosas, un montón de cosas. La posición mía no es discutir para qué lo compran. Pero yo sé que son chavistas, tú sabes. Hay gentes que son bien reconocidas”, dijo a Univision Ofir Ben-Eliezer, propietario del negocio.
La observación de Ben-Eliezer podría escucharse en muchas otras partes del sur de la Florida. Los privilegiados de la revolución bolivariana son los clientes favoritos de firmas de bienes raíces de alto costo, compañías de venta de aviones ejecutivos, agencias de automóviles lujosos, caballos finos y de los centros comerciales de tiendas de las marcas más caras.
Ese fenómeno, que para la Florida es signo de prosperidad, se ha convertido en una bochornosa paradoja para un gobierno como el de Venezuela que llegó al poder con un brioso discurso de guerra contra la ostentación y la corrupción y que considera Estados Unidos como el “imperio enemigo”.
Grandes fortunas del Chavismo
Para los críticos es insólito que los boliburgueses aplaudan las diatribas contra el imperio en su país, pero mantengan sus cuentas bancarias en los bancos de la Avenida Brickell de Miami, uno de muchos epicentros del capitalismo en Estados Unidos.
“Critican, atacan a Estados Unidos como el Imperio del Norte, y sin embargo, vienen a gastarse ese dinero y a disfrutar de la paz y la seguridad que representa el sistema norteamericano”, comentó para Univisión el ex subsecretario de Estado para América Latina, Otto Reich.
Y su estilo de vida en Venezuela, no se distancia del que la revolución chavista ha condenado como costumbres de los funcionarios del pasado.
“Un chavista que se respete en Venezuela toma Whisky 18 con agua Perrier”, afirma monseñor Roberto Lückert, arzobispo de Coro y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Los venezolanos todavía recuerdan cuando el popular presidente Chávez anunció en 1999 medidas para eliminar gastos superfluos entre los cuales se encontraban la venta de 23 aviones de empresas públicas y numerosos vehículos de lujo.
¿Cuántos niños pueden ser atendidos o ayudados para salvarles su vida con este dinero que estaba ahí? preguntó el mandatario. “Unos aviones que no se justificaban, aquí compraron aviones y aviones… con dineros del Estado, que son dineros del pueblo”.
Pero la realidad hizo trizas el discurso de la austeridad.
Venezuela recibió en los últimos 14 años más de un trillón de dólares en ingresos petroleros. Si bien estos fondos propiciaron la inversión en programas sociales, también abrieron el paso a esta clase de nuevos ricos que superaron los niveles de ostentación del pasado aprovechándose de la laxitud de la contratación con el Estado y la impunidad en los robos al presupuesto del gobierno, según los expertos.
De acuerdo con una indagación de Univision Investiga, algunos de estos boliburgueses, acumularon inmensas fortunas luego de beneficiarse de sus relaciones personales con Chávez; otros lo consiguieron a través de dudosos negocios financieros; y otros gracias a contratos con la petrolera estatal Pdvsa.
De guardaespaldas a magnate
En el primer grupo se destaca Alejandro Andrade, un teniente retirado que fue secretario personal de Chávez y Tesorero de Venezuela.
En varias ocasiones, el propio mandatario venezolano se expresó con términos elogiosos sobre Andrade. “Ahora tenemos el Banco del Tesoro, y la Unidad del Tesoro, y allí tenemos un grupo de patriotas, Alí Rodríguez, de Ministro de Finanzas. Allí tenemos a Alejandro Andrade, Viceministro y Tesorero”, dijo Chávez durante una emisión de su programa “Aló, Presidente”, en Julio de 2009.
Andrade fue uno de los asistentes más cercanos de Chávez desde su llegada al poder en 1999. Su relación con el presidente se estrechó aún más a raíz de un accidente que sufrió en el palacio de Miraflores, la sede del poder presidencial en Venezuela. read more