TIEMPO DE PALABRA
CARLOS BLANCO| EL UNIVERSAL
Candidato encargado
Ganarle a Nicolás Maduro no es fácil. Su campaña comenzó el día del último discurso de Chávez, tres meses antes del anuncio del fallecimiento presidencial. El Tribunal Supremo ha hecho dos veces Presidente a Maduro, el 10 de enero y el 8 de marzo, lo que significa asignarle una calidad institucional que le hace competir con ventajas inimaginables, además de una faltriquera de recursos menos imaginable. Como diría la jurista del proceso y del horror, Luisa Estella Morales: “No podemos seguir pensando en una división de poderes porque eso es un principio que debilita al Estado”. El evangelio Morales está en plena ejecución cuando los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Ciudadano se encuentran mascando a dos carrillos para volver papilla todo vestigio de institucionalidad democrática y servir al propósito de elegir presidente al candidato preferido por Chávez y por el TSJ. La decisión de convertir al candidato del gobierno en Presidente para que con todos los recursos del Estado y mediante “cadena perpetua” (María Corina dixit) gane sin contestación, es una decisión que vicia de ilegitimidad de origen su posible elección. No huelga repetir que Maduro es Presidente sin un voto y es Presidente con esa pequeña “ayudaíta” del TSJ. Dispare primero y averigüe después: Presidente primero y los votos después. read more