Por Charito Rojas
“Hay que tenerle miedo a los pendejos, porque son muchos…¡y hasta eligen Presidente!”
Letra de una canción del asesinado cantautor argentino Facundo Cabral.
El encargado aspirante reveló que el finado se le apareció. Pero nada que diera miedo, no señor, ningún fantasma del ex titular. Sólo fue un “pajarito chiquitico” que se le posó en la cabeza, igual al pajarito de las tostaditas que martilla que el vestido rojo “te saca el rollo” o que “el que te gusta está casado”.
“Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: ‘hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestra bendiciones’. Así lo sentí yo desde mi alma”, relató el candidato desde el patio de la casa natal de Sabaneta, que ahora parece que es un museo in memoriam, pues hasta libro de visitantes tiene. Allí el encargado en presencia de los deudos y de las cámaras de televisión, reveló la aparición del más allá.
Bueno, así que le echó la bendición. Y además, se comunicó con el pajarito con silbidos. El pajarito del más allá le dijo “píiiiii” y el encargado le contestó: “píiii”. Imitando el aleteo de la aparición voladora, el encargado dijo que había dado tres vueltas y se había parado en una viga. El pájaro, no el encargado.
“Me lo quedé viendo y también le silbé, pues. ‘Si tú silbas yo silbo’, y silbé. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él”, de Hugo Chávez”, dijo. Y concluyó: “El 5 de marzo Chávez “voló, voló y está volando (…); desde la vida eterna nos vigila”. Fin del cuento.
Este cuento es evidente que esta dirigido a los seguidores del fallecido, que a estas alturas creen cualquier cosa que les digan, sobre todo si es para santificar a su líder. Pero para quienes todavía tenemos la cabeza sobre los hombros en este país, esta historia puede, dependiendo del ángulo que se la mire, parecer muy espiritual, o muy loca, o muy jocosa. Y realmente no importaría a nadie si no fuera porque tenemos el riesgo de que el protagonista de la historia del pajarito puede ser Presidente.
Confieso que hasta siento cierta piedad por él. Le han dejado la pesada carga de una revolución plagada de problemas insolubles e inentendibles para los empíricos que formó el fallecido empírico. En los albores de estos casi tres lustros de socialismo chavista castrista, todos los competentes, académicos y formados se apartaron del sendero revolucionario porque no podían con tanto empirismo iluminado.
Así que ensayo y error, llegamos a donde estamos, con el buque insignia Pdvsa haciendo aguas, las empresas de Guayana quebradas, la empresa privada (con excepción de los contratistas boliburgueses) pasando aceite, los campos yermos, y los puertos llenos de mercancías enviadas por países felices que tienen prosperidad y muchos empleos gracias a que Venezuela le compra lo que produce porque los venezolanos no producimos nada. Solo sacamos petróleo cada vez en menos cantidad, vendiéndolo a bajo precio o peor aún regalándolo a los chulos que ahora hacen rueda en torno al encargado, pujando para que no se les seque esa tetica.
Y esto por no hablar de otros problemillas, como la infraestructura del país destruida, los apagones a la orden, los servicios en general caóticos, la injusticia campeando, la educación ideologizada y los valores morales, familiares y religiosos bajo ataque.
Calibrando las virtudes que adornan al encargado, que no dudamos las tiene, la fidelidad ciega hacia los designios y enseñanzas de su maestro destacan por encima de todas. Trata de ser un espejo del fallecido, repetir gestos, palabras, anécdotas y hasta los torcidos cuentos históricos los ha copiado. Pero eso no es suficiente para llevar la banda presidencial. Y no se trata de que sea un ex chofer de metrobus, que no tenga estudios formales ni experiencia gerencial. Quizás sea cierto lo que dicen quienes lo conocen: que ha aprendido mucho, que es una esponja y que es un tipo de buen humor. Pero eso tampoco es suficiente para sacar adelante un país en crisis, que requiere de conocimiento, nivel, habilidad, gerencia, equilibrio y mucha pero mucha inteligencia. Justo lo que tiene Henrique Capriles.
El 14 de abril tendremos más que una elección presidencial: elegiremos también el pueblo que queremos ser, entre uno progresista, capacitado, con metas y visión, con igualdad de oportunidades y justicia, con democracia y libertades. O un pueblo subdesarrollado, amante del dinero fácil y no del trabajo productivo, crítico de la educación formal, ignorante de la calidad de vida, gobernado a distancia por el comunismo cubano, sumido en el oscurantismo de siglos pasados y creyente, entre otras cosas, en pajaritos preñados.
Aquí entre nos:
* Aunque Globovisión ya está negociada y vendida a un grupo cuya cabeza visible es el banquero Juan Domingo Cordero, la hostilidad de Conatel en su contra no cesará hasta el mismo momento de la firma y así lo demuestra la apertura del décimo procedimiento administrativo a la planta. Esta vez el motivo del proceso sancionatorio es una falla en el audio de la cadena nacional que inició el encargado Maduro a las 11:12 am del 1º de abril. Según Globovisión la ausencia de sonido por 6 minutos y medio en el comienzo de la cadena se debió a una falla técnica que fue inmediatamente notificada y atendida por Conatel. Por lo cual los directivos de la planta se sorprendieron con este nuevo procedimiento que los podría condenar a una multa del 3% de su ingreso bruto en 2012. La providencia administrativa Nº 034 indica que este hecho “podría posiblemente constituir una interrupción a la referida alocución oficial” y Globovisión tiene un lapso de 10 días para presentar los alegatos de su defensa. Pero de seguro dejarán este “regalito” a los nuevos dueños, ya que el traspaso del canal se concretará después del 14 de abril, tal y como lo condicionó su mayor accionista Guillermo Zuloaga.
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*El Sábado Santo Mata Figueroa, gobernador de Nueva Esparta, recorrió varias playas con clarísimas intenciones electorales. Pueden ver un video en la página del diario El Sol de Margarita, grabado en Playa Parguito, donde el general rojito pasaba vaporones caminando entre bañistas que le gritaban a voz en cuello “Se ve, se siente, Capriles Presidente”. Qué pena con ese señor.