Por Ana Vanessa Herrero / Departamento de Investigación – Noticias24
Un estudiante y un funcionario de la PNB discutieron sobre el derecho a protestar, mientras el grueso de la marcha se concentraba a la distancia
Vecinos y transeúntes, mientras tanto, discutían con la PNB por el derecho al acceso al final de la Avenida Victoria
Antes de finalizar la Avenida Victoria un cordón antimotín de la PNB impidió el paso a las últimas cuadras. Una vez finalizada la marcha, los funcionarios prohibieron el paso a las últimas cuadras de la calle, lo que generó molestia entre los asistentes y vecinos. Solo unos pocos estudiantes se sentaron frente a ellos, haciendo de esta la otra parte de la historia.
“No tenemos orden de levantar”, decía un miembro de la PNB a una mujer que le pedía acceder a la ruta que llevaba a su casa, mientras la tensión subía. Algunas personas le pedían a los estudiantes sentados frente a ellos que se fueran y otros le pedían que se mantuvieran firmes, esto, sin apoyo del resto de la marcha.
A una distancia considerable del resto de la marcha, un pequeño grupo se sentó frente a un cordón de seguridad que poco a poco se aproximaba más. Solo unos pocos estudiantes se separaron del grueso de la manifestación, que reunía a políticos y líderes universitarios. Ellos, según comentaron, exigían pasar por todo el recorrido aprobado, que incluía unas cuadras más a las que ya no tenían acceso.
“Nosotros somos independientes”, dijo uno de los jóvenes sentados bajo la sombra de la PNB, haciendo referencia a que el resto de los que marcharon preferían “ser cautelosos”. Tal vez, según comentaban entre ellos, eso pasó por “miedo”, pero lo cierto es que los dos escenarios -el de la marcha y el de aquellos sentados frente al cordón-, parecían completamente aislados.
Según los propios funcionarios de la PNB la orden de levantar la barrera de seguridad la darían a su debido momento, pero el hecho de que no dejaran acceder ni siquiera a los vecinos de la zona generó molestia entre muchos que se encararon con los policías solo para transitar. Algunos, le pedían a los estudiantes que se fueran para que ellos entonces pudieran pasar, pero ellos no lo hacían.
Un joven y un Policía Nacional incluso entraron en una discusión que fue más un paseo entre los muchos artículos de la Constitución que hablan sobre la protesta y los derechos y deberes ciudadanos. Cada uno con su Carta Magna en mano, recitaban los números que sentían les daban la razón. Contrastaba esta discusión con la que las personas que querían pasar tenían con el resto de aquellos que, según dijeron, solo cumplían su trabajo.
Muchas personas alteradas exigían que se les abriera camino para retirarse a sus domicilios y otras llegaron a insultar incluso a los pocos fotógrafos que nos encontrábamos en el sitio. La cámara de Noticias24 captó estos momentos, cuando la marcha se convirtió en una realidad diferente a las declaraciones de políticos y activistas de la causa.