Hoy, cumpliría años, un hombre que hubiera sido mejor que no hubiese nacido: Hugo Rafael Chávez Frías. Un hombre, tan arrogante como su ignorancia, que al recibir el Gobierno en 1999, comentó sobre la deuda gubernamental de 30 mil millones de dólares: “esta no es una deuda externa, es una deuda eterna”. Él, esa deuda la llevó a más de 200.000 mil millones de dólares.
Sembró el fracaso en todas las áreas: industrial, agrícola pecuaria, comercial, sanitaria, educacional y, sobre todo acabó con el tejido moral del venezolano, fomentando, la trampa, la mentira la violencia, la división y la corrupción.
Nunca tuvo obstáculos, gobernó con mayoría, hizo y deshizo lo que quiso, con el visto bueno de unos Poderes complacientes y una Contraloría que jamás lo controló.
Esperemos, que el Contralor Mayor, el del más allá, le pida explicaciones sobre su conducta en la tierra y sobre el daño que ha causado con la siembra del odio y del fracaso.
Tuvo la suerte de irse momentos antes que la crisis le explotara en las manos. Derrochó los recursos para su propio fin, el de convertirse en un mito eterno. Lo logró, es el mito del mal.
Nosotros, no te olvidaremos, ya que eres el ejemplo de lo que no hay que hacer y, de como no se debe ser.
Fuiste un accidente en nuestra historia.