Por Jairo Andrés Navarro Camargo – La Opinion

En los barrios el Callejón y Carora abundan las historias sobre los días que el hoy presidente encargado de Venezuela pasaba en Cúcuta – foto Edinsson Figueroa
Desde que el pasado 8 de diciembre de 2012 el entonces presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, anunciara el hallazgo de nuevas células cancerígenas en su organismo, en una inusual alocución un sábado por la noche, y proclamara luego como su sucesor “ante cualquier inhabilidad” a Nicolás Maduro Moros, vicepresidente de la República en ese momento; los millones de venezolanos y el mundo entero viraron su lupa hacia quien hasta esa noche, no pasaba de ser el excanciller sindicalista que alguna vez condujo el metro de Caracas. (Ovario II dice: Un momentico, amigo Jairo, ese señor nunca condujo el Metro. Ese imbécil solo manejó las camioneticas del Metro que es muy diferente. No nos confundamos. El hombre es muy básico).
De inmediato, y como era de esperar luego de que en 14 años de gobierno socialista el ‘comandante supremo’ nunca vislumbrara un heredero de su revolución, las agencias de prensa internacionales inundaron los medios de comunicación con minuciosas infografías y notas de prensa intentado reconstruir el camino político de Maduro Moros, y su acelerado ascenso hasta el privilegiado asiento a mano derecha de Chávez. read more