Por OSCAR ARNAL – EL UNIVERSAL
La nueva conversación entre Mario Silva y el jefe del G2 cubano Aramís Palacios, fue grabada en el Fuerte Tiuna de Caracas, poco después de la pasada elección presidencial y se constituye en otra prueba de traición a la patria.
Se ratifica la profunda división y crisis moral que existe en las filas del oficialismo. El poder inmenso de Cabello detrás del poder y sus ambiciones sin límites. La inaceptable injerencia del gobierno de los Castro, en aspectos que violan áreas estratégicas, sobre la seguridad y la soberanía nacional.
Salen a la luz pública detalles inéditos y falsedades oficialistas con relación al fallecimiento del líder del proceso. Silva despotrica hasta de la misma familia del finado, de los más allegados y se comunica usando un lenguaje escatológico propio de su condición que imposibilita la reproducción literal en los horarios “todo usuario”.
A continuación reproducimos un decálogo de lo más noticioso de las nuevas revelaciones:
1) A Chávez lo enviaron de Cuba a Venezuela, cuando no había nada que hacer y ya sin aliento vital: mintieron de manera reiterada sobre su salud. Todo lo que realizaron sin su consentimiento, es nulo de toda nulidad y ratifica la ilegitimidad de Maduro. Ante la descomposición no pudieron ni siquiera embalsamar el cuerpo como se proponían. Estaban buscando la manera de prolongar el anuncio para ganar tiempo. Por ello, la afirmación de Capriles en forma de interrogación: “quién sabe cuándo falleció”.
2) Confesiones sobre graves violaciones a los DDHH: como el asesinato moral de otros dirigentes de la oposición y el espionaje de nuevas comunicaciones privadas. Interviniendo incluso al empresariado. Todo sin ningún tipo de orden judicial y para exponerlos al desprecio público. Así como la intención de continuar desde “La Hojilla”, destruyendo a Capriles, al pintarlo como un homosexual, adicto a las drogas, etc. read more