“El 7-O, trabajé en una de las 4 salas de totalización que manejaba el Comando Venezuela. Cada una de las salas estaría conformada por un equipo de 300 personas o “conectores” (en su gran mayoría, estudiantes universitarios e incluso varios bachilleres menores de edad) que tendrían la labor de comunicarse con un testigo suplente en 10 centros de votación a nivel nacional, más un equipo de alrededor de 100 personas que seríamos el staff y nos encargaríamos de la logística del día. Los conectores tendrían la función de monitorear el proceso electoral en esos 10 centros y al final de la jornada, recolectar los votos expresados en las actas.
Desde el principio, me llamó la atención el trabajo que realizaríamos allí ya que en cada sala habría una muestra fidedigna de los resultados electorales a nivel nacional. Además, en teoría, tendríamos los resultados antes de que Tibisay los anunciara en televisión. Para mí era más que emocionante poder confirmar la victoria de Capriles.
A lo largo de estos meses de preparación de la sala vi el esfuerzo impresionante que hacían las personas del “staff” para sacar la sala adelante: estudiantes menores que yo sé encargaron de proveer la comida para más de 300 personas; otros se encargaron de planificar el transporte de los conectores desde el lugar de encuentro hasta la sala y también para llevarlos a votar; otro equipo se encargó de la seguridad de la sala, y el equipo de “coaches” que nos encargaríamos de atender a los conectores para que pudieran llevar con comodidad una jornada, particularmente tensa, de 15 horas. read more