Por Manuel Rodríguez Mena
Apreciados compañeros y amigos de la UCV y apreciados amigos del vecindario donde vivo,
Este mensaje es la concreción de las palabras finales de mis conversaciones con Uds. sobre mi posición cuestionadora del proceso electoral y la solicitud de Uds. de que yo firmara el respaldo a la candidatura de Henrique Capriles (en el caso de algunos compañeros y amigos de la UCV) y de que yo conviniera a la petición de asistir a votar el 7-O (en el caso de algunos vecinos), en razón de los efectos que pudiera tener mi actitud en algunas personas, influyendo negativamente acerca de su participación en la votación del 7-O.
Recordarán que les dije que, según el criterio que sustento sobre el fraude continuado del gobierno, consideraba que una firma más o un voto más a favor de Henrique Capriles ningún efecto tendría en los resultados que emitiría el CNE previsiblemente a favor de Hugo Chávez, pues, en virtud de que se trataba de un asunto tan pesado como el de su permanencia o de su salida del poder, el proceso electoral había sido desarrollado (de manera similar a los anteriores, pero con mayor énfasis) para que condujera infaliblemente a su reelección como consecuencia de las votaciones del domingo 7-O.
Recordarán que les dije que accedía a la solicitud de firmar el apoyo a Capriles y a la petición de asistir a votar, no solamente para evitar que mi actitud fuera tomada como yendo en contra de sus sanas aspiraciones, sino también para blindarme ante una de las “justificaciones” o “explicaciones” que yo intuía iban a formar parte de los alegatos de la MUD o del Comando Venezuela, echando la culpa de la derrota a la abstención y, sobre todo, a quienes habíamos venido siendo ametrallados con insultos y amenazas por mantener una actitud cuestionadora que según ellos contribuía a promoverla. Recordarán que les mencioné que por algo la principal y más reiterada cuña de la oposición electoralista era “Votar es gratis, abstenerse sale muy caro”.
(Por cierto que han llovido las informaciones acerca de índices de participación inferiores al promedio del país, en numerosos sectores tradicionalmente votantes a favor de la oposición con altos porcentajes. El mismo Capriles se quejó de que en el centro de votación donde él suele concurrir, que siempre había tenido altos niveles de participación muy superiores a la media nacional, esta vez fue en 10 puntos porcentuales inferior al promedio nacional. Posiblemente alguien le habrá informado que tal abstención, que podríamos llamar “abstención forzada”, se dio en todo el país en muchísimos centros de votación caracterizados por su alta votación contra el gobierno en elecciones anteriores, gracias a un procedimiento agregado en estas votaciones, el llamado Sistema de Autenticación Integrado (SAI), que produjo, ¡oh sorpresa!, un represamiento de votantes llamados a votar ya dentro del local y largas colas de varias horas afuera, mientras las mesas de votación estaban vacías a causa del represamiento. Ya avanzada la tarde, cuando era obvio que el represamiento había hecho estragos en la participación de los potenciales votos opositores, una de las cuatro arpías del CNE informó que el tal SAI podía eliminarse. Quizás porque ya el mandado estaba hecho.)
Recordarán que les dije que yo me alineaba con el editorial del Frente Patriótico, días antes del 7-0, en el cual manifestaba que, sin cambiar ni un ápice su posición de cuestionamiento al proceso electoral, dejaría de publicar alusiones al fraude para blindarse ante injustas imputaciones. Recordarán que les manifesté estar de acuerdo con todo el texto de ese editorial, principalmente con dos aspectos. El primero, cuando expresaba “En estas horas menguadas de la república el venezolano mayoritariamente tomó la decisión de concurrir a ejercer su derecho al voto. Por lo tanto, a partir del día de hoy, en el lapso que va desde el miércoles 3 hasta el 7 de octubre, procederemos a no publicar más escritos sobre el fraude electoral”, blindándose así contra cualquier imputación injusta post electoral. El segundo, lo dicho en sus últimas líneas: Viva Venezuela libre, por un sufragio efectivo y por la no reelección. Convencidos de su triunfo electoral aseguramos que “Capriles solo pierde con fraude”. (Recuerdo que convine con Uds. en hacerles llegar copia de ese editorial, cosa que hago a continuación del final de este mensaje).
Recordarán que concluí diciéndoles que hablaríamos después de las votaciones, dependiendo tono y contenido del resultado de las votaciones.
La situación post-votacional
Si el CNE hubiese declarado ganador a Capriles, este mensaje mío sería muy breve, sencillamente dándoles la razón en su actitud de estar seguros de una victoria.
Pero todos sabemos que no fue así. Ocurrió lo contrario. Ocurrió lo que algunos hemos venido denunciando desde hace mucho tiempo, recibiendo por ello toda clase de acusaciones, ofensas y hasta amenazas. Ocurrió el efecto natural del fraude continuado del régimen. Fraude continuado que, como lo hemos dicho reiteradamente, comenzó con las primeras votaciones realizadas en el primer año de gobierno de este régimen, para elegir a los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente. Desde entonces, el gobierno no ha dejado de cometer delitos de fraude en todas las elecciones en las que ha participado. En cada proceso electoral, el gobierno ha venido aumentando y reforzando los elementos de fraude, de trampa, de suciedad, o como se le quiera llamar.
El proceso electoral que culminó con la votación del 7-O bate record de acciones fraudulentas, tanto en número como en gravedad. Nunca antes la sociedad venezolana decente estuvo tan segura de su victoria, con sólidas razones para ello. Pero nunca antes fue tan sucia su derrota.
Quienes hemos mantenido una posición crítica y cuestionadora del sistema electoral, por ser parte de un régimen político que igualmente criticamos y cuestionamos, hemos salido fortalecidos política y moralmente de esta tormentosa travesía, en la cual a nuestros argumentos serios y bien fundamentados se respondió siempre con la mentira y la agresión. No requerimos decir que seguiremos en la misma trinchera, con las mismas armas de denuncia, con las mismas municiones de verdades producidas precisamente por las infamias de la tiranía y sus cómplices.
Nunca nos ha sabido más amargo y parecido más doloroso el hecho de haber tenido la razón, por lo que ello significa de sufrimiento para nuestra patria.
EDITORIAL
Por FRENTE PATRIOTICO · Publicado el 3/10/2012
El Frente Patriótico y Venezuela Vetada, en nuestros respectivos portales hemos sostenido con firmeza, que las tiranías y aquellos que las promueven no brindan ni brindarán espacio alguno para la democracia. Nuestra posición principista constituye un rechazo absoluto a las características ideológicas del régimen y a la perversión del sistema electoral que instaló para legitimarse. Hemos expuesto, que los dirigentes de la oposición en cada proceso electoral le han servido de utilería al régimen al cohonestar una ruta electoral fraudulenta que tiene como objetivo principal legitimarlo, que atenta contra la estructura del estado republicano, nuestra historia y nuestros valores y principios judeo-cristianos.
Para enfrentar al régimen la oposición, el próximo 7 de Octubre tendrá dos posiciones constitucionales divergentes, dos tendencias para salir del régimen:
1.- Quienes concurrirán a votar en el ejercicio legítimo de un derecho, confiando en sus líderes.
2.- Quienes no concurriremos, por estar convencidos que con el secuestro de los poderes públicos por el Ejecutivo Nacional, en particular del árbitro electoral (CNE) y los tribunales de justicia, destacándose la Sala Constitucional y la Sala Electoral de nuestro máximo Tribunal, como única instancia judicial para la materia electoral, perfeccionándose con esta combinación el mecanismo fraudulento de la ruta electoral.
Diariamente nuestros foros han permanecido como una tribuna excepcional contra la total censura mediática que el régimen y la oposición practican sobre la ruta electoral fraudulenta. Hemos logrado que los venezolanos y el mundo puedan ser informados de un sistema electoral adaptado para legitimar a un régimen a través de una ruta electoral fraudulenta. Hemos dado cabida a esas voces que con profesionalismo y coraje una y otra vez lo han expuesto.
En estas horas menguadas de la república el venezolano mayoritariamente tomó la decisión de concurrir a ejercer su derecho al voto. Por lo tanto, a partir del día de hoy, en el lapso que va desde el miércoles 3 hasta el 7 de octubre, procederemos a no publicar más escritos sobre el fraude electoral. De esta manera cívica, dejaremos a la conciencia de cada venezolano que desea vivir en libertad, su accionar. Pensamos que es la mejor fórmula para que cada persona en su profundo fuero interno asuma su enorme responsabilidad ante Dios y la patria con las consecuencias que esto conlleve.
Siempre y consecuentemente, estaremos de nuevo como el deber nos reclama, el día 8 cumpliendo con nuestra indeclinable obligación de informar la verdad a nuestro país y al mundo.
Viva Venezuela libre, por un sufragio efectivo y por la no reelección. Convencidos de su triunfo electoral aseguramos que “Capriles solo pierde con fraude”.