Toda esa supuesta “revolución” no fue sino un auténtico “quítate tú para ponerme yo”
ANTONIO A. HERRERA-VAILLANT | EL UNIVERSAL
Hugo Chávez solía referirse a sus opositores diciendo “dejad que los muertos entierren a sus muertos”. Hoy nadie debe manifestar júbilo ante la eventual desaparición de un ser humano, así se crea imprescindible para rescatar al país. Hacerlo es contraproducente en un pueblo noble que tradicionalmente apoya a la víctima.
Por catorce años tuvimos una especie de “dictablanda”: descaradamente abusiva, corrupta, cursi y grotesca; un obsceno culto a la personalidad cuyo entero contenido intelectual reside en dos sílabas -“¡Uh Ah!”- perfecta onomatopeya que describe una gran…
El régimen tiene todo su prontuario de atropellos y crímenes imprescriptibles; pero lo de acá para nada fue lo de la lúgubre isla-cárcel del Caribe.
Que Venezuela no iba a ser Cuba se sintió desde que salieron aquellas primeras “Mujeres por la Libertad”, cuyas marchas fueron subestimadas como “escuálidas” – mote cuyo real significado aún desconoce la mayor parte de la población. read more