Por ELIDES J. ROJAS L.
“Venezuela y Paraguay siguen siendo percibidos como los países más corruptos de América Latina, mientras Chile y Uruguay se mantienen como los líderes en transparencia, según un informe publicado por la ONG alemana Transparencia Internacional (TI).
La edición de 2012 del ya tradicional Índice de Percepción de la Corrupción (CPI) de TI ofrece un ranking regional con pocas variaciones con respecto a los informes de los últimos dos años, pero con una advertencia, señaló Efe”.
Así comienza la nota de agencia sobre el último logro de la revolución. Porque hay que decirlo. No es Venezuela. Eso era antes, cuando la cuarta república. Ahora es la revolución. Si de verdad el chavismo cree que está haciendo una revolución, la cual es una mamadera de gallo, deben asumir sus logros hasta el tope. Y la robadera es uno de ellos. De hecho se dice que más de 500 mil millones de dólares, algo así como la mitad de lo que ha ingresado solo por la vía petrolera, han pasado por el filo de la revolución bonita y sus aliados internacionales. Hay que entender que tanto aquí como afuera, esta gente de izquierda tenía demasiados años en la oposición, en las montañas o en la subversión y eso significa hambre. Mucha hambre acumulada y mucha pelazón histórica.
No sorprende, pues, que a 14 años de chavismo el país y su revolución se encuentren ubicados en la cima de las mafias ladronas de la región y muy cerca de asumir el liderato mundial de la corrupción, apenas superados hoy en día por paisitos africanos que pronto sabrán lo que es morder el polvo de la derrota. Ya lo había dicho micomandantepresidente: haremos de Venezuela una potencia mundial. Y está cumpliendo. Solo que no en las áreas en que afincó originalmente su promesa como energía, turismo o producción agrícola. No. La revolución hace lo más difícil primero. Líder y potencia mundial en corrupción y malas costumbres.
Ocurre que ese tipo de estudios anuales de carácter mundial han entrado en una especie de fijación por Venezuela. La mano chavista llama mucho la atención, la gerencia tipo locademia del chavismo ha logrado que Venezuela aparezca entre los países que menos cooperan contra el narcotráfico, entre los que tienen menos libertad económica, entre los que garantizan muy poco los Derechos Humanos, entre los que no ofrecen suficientes garantías para las inversiones locales o extranjeras, entre los más peligrosos, entre los más violentos. Y así. Claro que Venezuela está destinada a ser una potencia mundial. El chavismo sabe lo que hace. Por el camino que lleva pronto se cumplirá la meta.
Y los signos están por todas partes. No se trata solamente de la gran corrupción, antes de cuello blanco, hoy de cuello rojo y verde oliva. Eso son las Grandes Ligas. Se nota con las mansiones nuevas, las camionetotas, los aviones y los yates. Las casas en Florida o en Europa y la pantalla. Nada más pantallero que un nuevo rico ladrón que viene de la más insigne de las peladeras. Pero eso es otro nivel. La que se nota está abajo. En el policía que matraquea a los buhoneros. En el fiscal que matraquea a los conductores. En el funcionario público que pone alcabalas para sacar su pedazo de tortica. Es la cultura del ladrón al nivel más bajo de la cadena. Eso logró el chavismo. Fortaleció la gran corrupción, pero aplicó el socialismo puro. Todo el mundo anda en una de ver cómo le saca real al otro.
Excelente trabajo.