Antonio Maria Delgado – Nuevo Herald
Agentes de la Policía Nacional Bolivariana y de la Guardia Nacional reprimieron salvajemente el martes a una manifestación pacífica de estudiantes venezolanos que exigía al gobierno que deje de ocultar el verdadero estado del presidente Hugo Chávez, cuando se cumplían 80 días desde que el enfermo mandatario fue visto en público por última vez.
Los uniformados hicieron uso de bastones y dispararon perdigones contra los manifestantes, quienes pretendían encadenarse frente a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, en la localidad capitalina de Chacao, en un intento por forzar a las autoridades venezolanas a que juramenten públicamente a Chávez.
Cuatro de los 120 jóvenes que participaron en la protesta recibieron heridas de perdigones disparados por los efectivos, quienes impidieron que los manifestantes pudiesen encadenarse frente a las instalaciones de la sede gubernamental.
“Estamos exigiendo que el poder judicial actúe como la Constitución lo determina, y que se nos dé una prueba contundente de que el presidente electo el 7 de octubre puede gobernar”, declaró la dirigente estudiantil Gaby Arellano en una entrevista telefónica con El Nuevo Herald.
“Y si el presidente electo el 7 de octubre no está en condiciones de gobernar, queremos que se activen los mecanismos que la Constitución claramente expresa”, expresó Arellano.
La dirigente dijo que los estudiantes están dispuestos a sostener indefinidamente la protesta hasta que las autoridades escuchen sus reclamos.
Los estudiantes también acusaron al vicepresidente Nicolás Maduro de usurpar el poder, utilizando el nombre presidente Chávez en el proceso, y de seguir las directrices que son fijadas desde La Habana.
“Nosotros dudamos que Chávez está gobernando, y no queremos seguir siendo gobernados por mensajitos que Cuba le da al usurpador Nicolás Maduro, en quien nosotros, los estudiantes, no creemos”, comentó Arellano.
“No tienen coherencia los mensajes que los voceros principales del gobierno han dado después de más de 75 días. No entendemos cómo, si el presidente puede estar más de cinco horas en una reunión, dando directrices, especificando órdenes sobre distintos temas del país, no pueda entonces dirigirse a la nación”, expresó la joven en referencia a un reciente anuncio formulado por Maduro, en la que dijo que él y otros funcionarios habían participado en una larga reunión con Chávez.
El mandatario, quien no ha sido visto en público desde que anunció que sería sometido a una cuarta operación por el cáncer que padece, debía ser juramentado el 10 de enero, pero fue el gran ausente en la ceremonia que debía marcar el inicio de su nuevo período presidencial.
Funcionarios del gobierno venezolano anunciaron que Chávez regresó al país a principios de la semana pasada, tras pasarse más de dos meses en La Habana, pero no aún no ha estado en condiciones de cumplir con su obligación constitucional de juramentarse.
La irregular situación, en la que allegados de Chávez gobiernan en representación del ausente mandatario, ha sido calificada por algunos líderes de la oposición como la instalación de un régimen de facto.
Chávez oficialmente sigue a cargo del gobierno venezolano, pero las mismas autoridades advierten que los problemas de salud del mandatario persisten.
“La insuficiencia respiratoria surgida en el curso del postoperatorio persiste y su tendencia no ha sido favorable por lo cual continúa siendo tratada. En cambio el tratamiento médico por la enfermedad de base continúa sin presentar efectos adversos significativos hasta el momento”, anunció el ministro de Información Ernesto Villegas, en su último informe sobre la condición médica de Chávez.
Bajo la constitución venezolana, las autoridades deberían convocar una elección inmediatamente después de que un presidente se vea obligado a separarse del cargo.
Hasta el momento, las filas del chavismo han evitado admitir la posibilidad de que eso suceda, pero en Venezuela cada vez cobra más fuerza la teoría de que las autoridades deberán realizar elecciones en algún momento este año.
Chávez, quien derrotó a la oposición en las pasadas elecciones del 7 de octubre, sufre de un cáncer cuya gravedad no ha sido divulgada oficialmente por las autoridades.
El propio mandatario ha afirmado en dos ocasiones que ha superado el cáncer, pero en su último pronunciamiento público en diciembre, el mandatario dio a entender que podría estar perdiendo la batalla contra la enfermedad, al solicitar a sus seguidores que respaldaran la candidatura de Maduro en unas eventuales elecciones para reemplazarlo.