
El gobierno de Venezuela no debería limitar los derechos de sus ciudadanos a expresar libremente su opinión y reunirse de manera pacífica en el contexto de las controvertidas elecciones presidenciales, señaló hoy Human Rights Watch. Debería además respetar la libertad de prensa, y garantizar que todos los incidentes violentos se investiguen en forma oportuna, exhaustiva e imparcial, indicó Human Rights Watch.
Nicolás Maduro, a quien el Consejo Nacional Electoral declaró vencedor por una estrecha diferencia, manifestó que no permitiría que la oposición celebre una marcha programada inicialmente para el 17 de abril, y ha indicado que los medios de comunicación deben decidir si apoyan al gobierno o al “fascismo”.
“Los venezolanos tienen derecho a cuestionar pacíficamente los resultados de las elecciones, ya sea manifestándose en las calles o expresando su opinión en los medios”, aseveró José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. “Maduro no debería amenazar con usar ‘mano dura’ para restringir y amedrentar a quienes intentan expresar su opinión”.
La elección especial fue celebrada el 14 de abril de 2013, tras la muerte del Presidente Hugo Chávez. Según el Consejo Nacional Electoral, Nicolás Maduro, el Presidente en funciones y candidato del partido chavista, derrotó al candidato opositor Henrique Capriles Radonski por una diferencia del 1,6 por ciento de los votos.
Capriles cuestionó los resultados y pidió a las autoridades electorales que efectuaran un reconteo total de los votos. Este pedido fue secundado por el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, y también había sido apoyado inicialmente por Maduro. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral abruptamente rechazó la petición y el 15 de abril proclamó presidente a Maduro. read more