Por Luis Ugalde s.j.

Quedó en evidencia que bastante más de la mitad de los venezolanos no está de acuerdo con la propuesta gubernamental estatista-partidista. En unas elecciones sin coacción, ni miedo ni uso abusivo del poder del Estado, y con un árbitro medianamente neutral, la ventaja de la opción democrático-plural sería de varios millones de votos. Esa es la realidad que el Gobierno y todos tenemos que reconocer y desde ahí poner los remedios indispensables para sanar al país enfermo.
Algunos puntos decisivos: 1-Pobreza y economía. El país está atrapado por los alarmantes niveles de déficit fiscal, endeudamiento, inflación, importaciones desbocadas y exportaciones no petroleras raquíticas; escasez de productos básicos, fuga de capitales y de talentos. Estatizaciones improductivas y en quiebra y la empresa privada acosada y sentenciada a muerte por el socialismo del siglo XXI. Ello hace imposible superar la pobreza, pues sin fuerte dinámica empresarial y cuantiosas inversiones no crecerá el empleo productivo de creciente calidad. El régimen ha llevado a la economía a una ecuación económica insoluble. Lo acertado para el gobierno y el país sería la vía del Brasil, que en lo económico significa abrir las puertas con garantías jurídicas a la inversión privada productiva (no a capitales meramente especulativos), estimularla y exigirla. Pero no lo aceptarán, pues para la ideología de este gobierno, la empresa privada es el demonio y la propiedad de los medios productivos el origen y causa de todo mal.
2-Sinceración, transparencia y eficiencia de los programas sociales. La ineficiencia gubernamental, la corrupción y el sectarismo partidista, castraron las iniciales buenas intenciones de los programas sociales y de las misiones. Hay que sincerar lo que el sectarismo partidista, la propaganda y la ideología, malamente, ha tratado de disfrazar. read more