JOSÉ MAYORA | EL UNIVERSAL

Quien haya puesto en duda el destino final de Globovisión después de su venta, peca de una ingenuidad imperdonable por estos días. Solo piensen en lo siguiente, qué inversionista privado, no asociado con las esferas gobernantes, va a invertir dinero en una empresa, objetivo político del gobierno, que está técnicamente quebrada.
Sabido lo anterior, debo dejar claro que entiendo a quienes desde adentro se aferraron a sus espacios y no los entregaron desde el primer día, pues la opinión pública los hubiese crucificado. Ellos resistieron hasta donde podían hacerlo y lo hicieron ¡bravo por ellos! Por supuesto que quienes aún quedan dentro del canal, deben ser entendidos pues ellos pertenecen a un sistema social en el cual el empleo es fundamental.
Frente a la transformación de Globovisión, la pregunta pertinente es si al gobierno le conviene que el pueblo esté informado, pues cada golpe que se le asesta a los medios de comunicación, tiene como objeto limitar la información en manos de los ciudadanos, los verdaderos perdedores.
El espacio dejado por el medio referido será inmediatamente llenado con información manipulada, confeccionada en laboratorios expertos, que difundirá lo que el gobierno pretende se tenga como verdad oficial. Desde ahora y con mayor vigor, el gobierno creará contextos basados en estereotipos, efectos reflejos, percepción selectiva y proyecciones a partir de cuyas distorsiones el oficialismo enjuiciará las conductas disidentes. read more











