Caso de Investigación: 23 de enero, una fecha… by Globovision
Con paciencia -y casi diría con caballerosidad- llevaron los venezolanos la descarada intromisión del gobierno de Cuba en el país desde los inicios de la llamada revolución chavista.
Presencia disfrazada unas veces de ayuda médica, otra de educacional y casi siempre con programas que tenían que ver con una pretendida ayuda a los pobres.
Desde algún momento, sin embargo, empezó a conocerse que había también cubanos en los cuarteles, en los cuerpos de inteligencia, en los registros, en las oficinas de identificación y en todas las instalaciones que tuvieran algo que ver con el control y represión de los opositores venezolanos.
Pero más indignante fue saber que a cambio de tan ilegales servicios el gobierno de Cuba recibía 120 mil barriles diarios de petróleo a precios de regalo, amén de refinerías, modernización de su vetusto sistema eléctrico, viviendas, construcción de carreteras y pare usted de contar.
O sea que, un generoso pago por muy poco, o casi o nada, que llegó al extremo de que Cuba y su gobierno procedieron a una incautación del presidente Chávez a raíz de una cáncer que se le diagnosticó en la propia isla y que, no sólo no le han curado, sino que lo tiene al borde de la muerte, pues ya le han hecho 4 operaciones sin ningún resultado.
Hoy, el presidente Chávez es mantenido en virtual estado de cautiverio en Cuba. El gobierno que pretende sustituirlo se ha mudado a La Habana desde donde opera y Venezuela empieza a ser sacudida por manifestantes que gritan: “Cuba No”.
Por Carlos Alberto Montaner
En el medievo los peregrinos acudían a Santiago de Compostela, en Galicia, en busca de indulgencias para entrar directamente en el reino de los cielos sin pasar por la desagradable experiencia del purgatorio o la aburrida espera del limbo (espacio teológico, por cierto, que últimamente fue clausurado). Recorrían el famoso Camino de Santiago (unos cuantos cientos de kilómetros si se hace desde el Pirineo francés), le daban un abrazo al santo de palo y la gloria estaba asegurada.
Algo así es lo que hoy sucede con la cúpula chavista. Los peregrinos del aparato bolivariano llegan al paraíso tras recorrer el Camino de la Habana a darles un abrazo a los hermanos Castro, dos ancianos que a estas alturas de la vida también tienen cierta consistencia calcárea, o, en palabras de Agustín Lara, “alabastrina”.
¿Qué hacen chicos como Maduro, Cabello y Jaua en un sitio como ése? Obvio: van a aprender la única materia en la que Cuba es la mayor experta del planeta: supervivencia política. Los Castro, que han conseguido fracasar en todo lo concerniente a la producción de bienes y servicios, al asombroso extremo de haber liquidado la centenaria industria azucarera, han logrado, sin embargo, aferrarse al poder durante 54 años, sobreviviendo a larguísimas e inútiles guerras africanas, decenas de aventuras guerrilleras y terroristas, y a la desaparición de la URSS, padre, patrón y financista del disparate cubano.
¿Cómo lo han logrado? Esto es importante, porque ahí radica la esencia de la lección cubana a los venezolanos:
Primero, manteniendo una absoluta disciplina dentro de la estructura de poder. Sólo existen una sola cabeza, una sola voz, un solo aplauso. No puede haber disenso ni desviación. No hay espacio para vertientes. Al funcionario o dirigente que se mueva lo aplastan o lo extirpan, previa la pública demostración de que era un canalla.
Segundo, control absoluto de la maquinaria que hace las reglas (ese coro afinado que funge de parlamento) y de la institución que las aplica como les conviene a los mandatarios (el poder judicial, que es sólo una familia de verdugos obsecuentes al servicio de los gobernantes). read more
Por Gerver Torres
Uno de los países más ricos y prósperos del planeta, los Estados Unidos de América, celebra hoy 21 de Enero, la juramentación de su presidente, Barack Obama.
A pesar del carácter muy pragmático de los estadounidenses, que los ha llevado a una constante búsqueda para inventar y producir gran cantidad de los bienes que simplifican nuestra vida diaria, no se les ha ocurrido deshacerse de formalidades, aparentemente inútiles, como esa de juramentar a un presidente que va, además, para un segundo mandato. A esos que se empeñan permanentemente en sacarle el mayor beneficio al tiempo, en aumentar la productividad y la eficiencia del trabajo; a esos que han inventado cosas tan prácticas y útiles como el automóvil y el internet, no se les ha ocurrido hasta ahora suprimir la juramentación de los presidentes. ¿Por qué? Hay una razón.
En un libro reciente, “Por qué fracasan las naciones”, sus autores, Daron Acemoglu y James Robinson, concluyen y reafirman lo que es una creciente certeza en las ciencias sociales: que la naturaleza y solidez de las instituciones es tal vez la variable que mejor explica el progreso y bienestar de los pueblos. No es el clima o la ubicación geográfica, no es la religión o la abundancia de recursos naturales, no es la cultura o la etnicidad, no es la personalidad de la gente o su laboriosidad; es más bien, el tipo y calidad de las instituciones lo que determina el progreso y el bienestar de los países.
No hay países ricos con instituciones pobres. Si las instituciones son pobres, también serán pobres las sociedades a las que ellas pertenecen. Por eso, cuando Nicolás Maduro, Vicepresidente de la República, dice que la juramentación del presidente es una mera formalidad, deja ver, una vez más, su concepción de las instituciones: éstas son formalidades de las cuales se puede prescindir cada vez que nos estorben. Deja ver por qué el país es pobre; deja ver qué es lo que en buena medida nos separa del desarrollo y del progreso: la naturaleza y solidez de nuestras instituciones.
Por Manuel Malaver
Cuba no exporta a Venezuela un solo producto, tampoco le transfiere un solo bien de tecnología y, mucho menos, tiene inversiones en algún sector de la economía que le represente algún beneficio al país receptor.
Por el contrario: es de sobra conocido que la Venezuela chavista, rentista y monoproductora de petróleo reemplazó a la exUnión Soviética en su gigantesco subsidio a la vetusta y anacrónica economía cubana (5 mil millones de dólares anuales), quintuplicándoselo (25 mil millones de dólares, según fuentes conservadoras) a través del suministro de 125 mil barriles diarios de crudo de los cuales Cuba remata la mitad a precios de mercado, le emplaza y financia refinerías, le modernizó su colapsado sistema eléctrico, le construye planes de viviendas que alcanzan urbanizaciones enteras, hospitales, escuelas, carreteras, puentes y participa en el programa de remodelación de la Habana vieja, joya de la arquitectura colonial caribeña que el castrocomunismo redujo a escombros.
No se piense, sin embargo, que Cuba no paga. Cuba si paga, pero…!cosa más grande, caballero!…paga en especies… especies que pueden ir, desde su participación en una eficiente red de espionaje y control de la ciudadanía (que replica a los CDR) a través de las llamadas misiones, asesoramiento y presencia en la reorganización de los cuerpos de inteligencia y seguridad del estado dirigidos ahora a vigilar y reprimir a opositores y a los infaltables agentes de la CIA y de otros imperios, injerencia en la ideologización y entrenamiento de la FAN para reconvertirla, de una institución profesional, académica y apolítica, en otra comunista, irregular y guerrillera, así como en los nuevos diseños de cedulación de ciudadanos y registros de compraventa de propiedades que ponen en mano del castrochavismo una información valiosísima a la hora de establecer a quién presionar por motivos políticos y cómo.
Pero no termina en estas minucias el “gran negocio” que el control de Venezuela, a través de sus aliados chavistas, ha ido “tallando” el minicolonialismo cubano en estos últimos 14 años, y que deriva en ingresos que los hermanos Castro y sus herederos jamás soñaron en sus delirios de conquistadores de papel que rodaron por el mundo exportando una revolución inviable que los llevó al congelamiento de la propia.
Así, es archisabida y denunciada, su participación con empresas de maletín en la importación de gigantescas cantidades de alimentos para suplir el siempre desabastecido mercado venezolano después de la quiebra quirúrgica de la agroganadería nacional pública y privada, la compra de insumos y equipos industriales para las empresas del Estado (que ya se cuentan de a miles) que luego son revendidos a precios escandalosos, y su intermediación en la compra de material bélico a proveedores sin tecnología de punta como Rusia, Bielorrusia y China que es otra de sus grandes tajadas. read more
Analisis 24
Serían catorce cubanos y cuatro bielorrusos los asesores del G2 y del KGB respectivamente, quienes ocupan puestos en la cartera del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, el SEBIN y el Despacho de la Presidencia
Según informes de inteligencia de una agencia occidental a los que ANALISIS 24 tuvo acceso, el Presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, a través de la Dirección del Despacho de la Presidencia, el pasado 01 de noviembre había ordenado la preparación de un agasajo “especial” para un militar cubano de alto rango que desempeña funciones de “Asesor Adjunto” en el MPPD, Ministerio del Poder Popular para la Defensa, actualmente a cargo del Almirante Diego Molero Bellavía, tras la partida del General en Jefe. Henry de Jesús Rangel Silva. read more